Yasuko vive en un apartamento elevado en la ciudad con su marido y su hijo. Nerviosa por las llamadas de broma y las solicitudes de los vendedores, cierra la puerta en la cara a un vendedor cuando este intenta insertar a la fuerza un folleto a través de la cadena de su puerta. Esto lo lleva a empezar a acosarla, comenzando con cartas obscenas escritas en su puerta y luego escalando gradualmente hasta llegar a acecharla, ¡hasta llegar a los increíbles últimos 30 minutos de caos!

El móvil de Ester no para de sonar. Damià intenta contactar con ella como sea, exigiéndole una explicación después de que ella huyera de casa rompiendo unilateralmente la relación. Sus notas de voz alargan la pesadilla de Ester, que, aún confusa y asustada, empezará a sentir la presencia de un latido ancestral; un universo onírico que la conecta con una fuerza que viene de antiguo a través del cual empezará a percibir algunas de las respuestas que necesita.

El grito de ayuda de una joven cae en oídos sordos mientras una familia la mantiene como rehén. Deseosa de casar a su único hijo, que la ha "elegido" como la indicada, la familia está dispuesta a hacer todo lo posible para cumplir su deseo y unirlos para siempre. Cuando arrastran a la novia amordazada y atada para la ceremonia, los acontecimientos toman un giro aún más siniestro e impactante, que termina cambiando el curso de este ritual impío.